Todos nos resistimos al cambio, y esa resistencia es buena en muchos sentidos, nos protege y nos define en el entorno. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, vamos cambiando, pasamos por circunstancias que modifican nuestra forma de pensar, adquirimos conocimiento, en fin, cambiamos. Sin embargo, ninguna persona cambia de un día al otro ( a menos que sea esquizofrénica).
A medida que cambian las personas, cambia la organización. Es un proceso lento, en el cual todos los integrantes deben encontrar razones para cambiar y beneficios en el cambio. Solo así emerge la cooperación necesaria para alcanzar las metas de la organización.
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